Dedos en garra

Tratamientos quirúrgicos para los dedos en garra: ¿En qué consisten y cuándo considerarlos?

Los dedos en garra son una patología frecuente que puede causar molestias y limitaciones en la movilidad de los pies. En el Centro Clínico Quirúrgico de Aranjuez, el doctor Joaquín Óscar Izquierdo, experto en cirugía del pie, ofrece soluciones efectivas para corregir este problema. En este artículo, exploraremos las causas que provocan los dedos en garra, las patologías asociadas, así como los tratamientos conservadores y quirúrgicos disponibles.

Causas de los dedos en garra

Los dedos en garra se caracterizan por una curvatura anormal de las articulaciones de los dedos. Las causas de esta afección pueden ser diversas, incluyendo:

Dedos en garra

 

  • Causas genéticos
  • Biomecánicas, acortamientos de los gastrocnemios (gemelos)
  • Anatómicas, parábolas metatarsales
  • Hallux Abductus Valgus (juanetes)
  • Enfermedad tejido conectivo (procesos reumáticos)
  • Traumatismos
  • Zapato estrecho e inadecuado

 

Dedos en garra, en martillo o en mazo: ¿es lo mismo?

Las tres son patologías relacionadas con la deformidad en las articulaciones de los dedos, pero presentan algunas diferencias.

Los dedos en garra se caracterizan por una flexión en la articulación interfalángica proximal y en la interfalángica distal, y una extensión de la articulación metatarsofalángica.

Los dedos en martillo se caracterizan por una extensión de la articulación metatarsofalángica y de la articulación interfalángica distal, y una flexión de la articulación interfalángica proximal.

Los dedos en mazo se caracterizan por una flexión de la falange distal.

Aunque las causas y los síntomas son similares, la ubicación de la deformidad distingue cada afección y puede influir en el enfoque de tratamiento que se elija.

Patologías asociadas a los dedos en garra

Los dedos en garra no solo causan molestias en sí, sino que también pueden desencadenar otras patologías, como:

  • Callos y durezas: La fricción constante debido a la deformidad puede dar lugar a callos y durezas en los puntos de presión.
  • Uñas encarnadas: Los dedos en garra pueden aumentar el riesgo de que las uñas crezcan de manera anómala y se incrusten en la piel.
  • Dolor crónico: La incomodidad y el dolor asociados con los dedos en garra pueden afectar la calidad de vida y la movilidad.

Tratamientos conservadores de los dedos en garra

En muchos casos, los dedos en garra pueden manejarse de manera conservadora antes de recurrir a la opción quirúrgica. Estas son algunos de los tratamientos y recomendaciones que proponemos en el Centro Clínico Quirúrgico de Aranjuez:

  • Cambio de calzado: Optar por zapatos que ofrezcan más espacio para los dedos y una sujeción adecuada puede aliviar los sí Evitar tacones altos.
  • Plantillas: Para amortiguar la carga y disminuir la presión.
  • Ejercicios de estiramiento: El estiramiento regular de los dedos y los músculos de los pies puede ayudar a mantener la flexibilidad.
  • Ortesis de silicona personalizadas: El uso de dispositivos ortopédicos, como almohadillas o separadores de dedos hechos a medida puede evitar el roce con el calzado y los demás dedos, pero no corrige la deformidad.

Tratamientos quirúrgicos para corregir los dedos en garra

La decisión de optar por la cirugía suele depender de varios factores como la gravedad de la deformidad, que puede llegar a afectar a la movilidad y, por tanto, a la calidad de vida; o también cuando los tratamientos conservadores no proporcionan el suficiente alivio o mejora. Otro de los indicadores que pueden invitarnos a pasar a un tratamiento quirúrgico es la persistencia del dolor, ya que puede reflejar que las estructuras articulares y tendinosas están severamente dañadas. Además de estos factores, también tenemos en cuenta la preferencia de algunos de nuestros pacientes por mejorar la apariencia estética de sus pies.

Dedos en garra. Tratamiento quirúrgico

El doctor Joaquín Óscar Izquierdo, especialista en cirugía del pie en nuestro Centro Clínico Quirúrgico de Aranjuez, ofrece procedimientos quirúrgicos efectivos para corregir los dedos en garra, dedos en martillo o dedos en mazo.

Estos procedimientos pueden incluir o combinar:

  1. Osteotomías: mediante pequeñas incisiones se realizan cortes controlados en las falanges para realinearlas.
  2. Tenotomías: en algunos casos también es necesario alargar tendones que están produciendo la estabilización de la deformidad.
  3. Artroplastia: en algunos casos se pueden extirpar partes de las articulaciones afectadas o ajustarlas para restaurar la alineación adecuada.
  4. Artrodesis: en los casos en los que la deformidad no es flexible y está muy establecida, se procede a la fusión de las articulaciones para estabilizar los dedos en una posición recta.

Antes de considerar la cirugía, el doctor Joaquín Óscar Izquierdo realizará una evaluación completa y discutirá todas las opciones disponibles con el paciente. La elección del procedimiento dependerá del grado de deformidad del caso y las necesidades individuales.

¿Cómo es el postoperatorio tras una intervención para corregir los dedos en garra?

Esta es una pregunta que recibimos habitualmente en consulta. En todas las intervenciones, el postoperatorio es una parte crucial en la recuperación y en el éxito total de la intervención. Cada caso es concreto y el equipo de cirugía te dará unas pautas personalizadas, pero, a continuación, te detallamos algunas recomendaciones generales:

  • Reposo y elevación: Tras la cirugía, es esencial descansar y elevar el pie para reducir la inflamación.
  • Vendajes y férulas: Ayudarán a mantener la posición adecuada de los dedos y proteger la zona operada.
  • Control del dolor: Es normal experimentar cierto nivel de dolor o molestias después de la cirugía que se controlarán con analgésicos o antiinflamatorios prescritos por el cirujano.
  • Cambios en el calzado: Es probable que debas usar calzado especial o más espacioso durante el período de recuperación.
  • Control y seguimiento: Programaremos citas para evaluar tu progreso, retirar los puntos si es el caso y ajustar tu plan de recuperación según sea necesario.
  • Tiempo de recuperación: Varía según la complejidad de la cirugía y la respuesta individual de cada paciente. En general, la mayoría de las personas pueden regresar a actividades normales en pocas semanas.

En resumen, existen varias posibilidades y técnicas para corregir esta deformidad, en muchos de los casos se recurre a la cirugía mínimamente invasiva con incisiones muy pequeñas y con una rápida recuperación.

El equipo de la Unidad de Cirugía de Pie estudiará tu caso, agenda tu cita en el 918 91 50 57 para que podamos evaluar las posibles opciones de tratamiento. La salud de tus pies es muy importante, estamos aquí para ayudarte.